miércoles, 8 de julio de 2015

Los que aún tienen hambre

A pesar que hay 18 mil niños del Perú inscritos en el programa Vaso de Leche que esperan su turno para recibir una ración de desayuno, tan solo en el distrito de Laredo, en La Libertad, 8 mil soles en presupuesto del programa desaparecieron a manos de beneficiarios fantasmas. Tal vez no suene como una gran cifra comparada al presupuesto nacional que es de  363 millones de soles; sin embargo, consideremos que el departamento norteño alberga a los distritos más pobres del país, con tasas de 99.7% de pobreza.
Tres de los clubes presentes en Laredo fueron clausurados por incumplimiento de las normativas, inscripción de beneficiarios inexistentes, desaparición de alimentos, entre varias otras razones que denigran la participación de estos clubes presentes en los 1834 municipios del país; provinciales y distritales.
Una de las denuncias que más llamó la atención fue hecha por El Comercio edición Trujillo. En febrero de 2015, fueron encontradas cucarachas en el centro de distribución de leche fresca del Consorcio Island. Además, se comprobó que el local era compartido con una cochera de mototaxis, lo que generaba olor a combustible. Recientemente, el diario La Industria evidenció irregularidades en los clubes: Club de Madres San José Obrero, Club de Madres Unidas en Amor y el club Manos Unidas por las razones expuestas con anterioridad.
Al conocerse la sanción, la representante del club Manos Unidas, Carmen Salvador García, declaró que hay quienes no van a recoger su ración, por tal razón se quedan sin desayuno. No obstante, se comprobó que existían inscritos, hasta en dos clubes, que recibían doble ración.
Cual fuese la verdadera razón de cometido, debe existir una investigación profunda para comprobar el destinatario de los fondos porque, bien sabemos, el presupuesto es dinero provisto por el Estado, de los bolsillos de cada peruano que paga impuestos para el desarrollo de nuestra nación.
Un vaso de leche que se le es privado a un niño de escasos recursos es un  desayuno lleno de vitaminas, zinc, calcio y hierro que se necesita después de varias horas sin haber ingerido alimentos. Eso quiere decir, los niños sin acceso al programa cumplen sus labores diarias, realizan actividades físicas y mentales sin las condiciones que requiere el organismo para estar saludable. Son más niños que no rinden adecuadamente. Son otra generación más del Perú que nos suma en la miseria, no solo por la presencia de los pequeños mal alimentados, sino también por el comité involucrado que tiene la osadía de apoderarse sin reparos de fondos y mercadería para su beneficio propio.
No se sabe quién debe asumir la culpa: si los representantes de los clubes o exautoridades que gestionaron su labor durante las denuncias. Estaría demás decir que el optimismo no  viene al caso de esperar una sanción por mea culpa. Un proceso legal en nuestro país puede tardar años, inclusive llega al archivamiento si no es de interés jurídico o se tiene comprado el silencio de las autoridades.

A los niños que se les abstiene de participar en el proyecto por infracción de los acusados no les queda más que mirar hacia arriba espantados por el gran brabucón que les arrebata el dinero de sus comidas. Esperemos que la situación no sea un caso más del montón que son ignorados. Los niños aún tienen hambre. 

4 comentarios:

  1. Me gustaría ser parte del cambio y aportar para que haya un cambio.

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  2. Todos juntos podemos hacer el cambio y las autoridades deben fomentar ello.

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  3. Mucho ojo también con los clubes de madre, autoridades pongan atención!

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